El Seguro de Crédito
- Manuel Mansilla Moya
- hace 14 minutos
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¿Qué es el seguro de crédito?
El seguro de crédito es un contrato mediante el cual una compañía aseguradora, a cambio del pago de una prima, garantiza a una empresa (asegurada) la cobertura frente a pérdidas extraordinarias derivadas del incumplimiento de pago por parte de sus clientes o deudores.
En términos prácticos, constituye un mecanismo de protección para las operaciones a crédito o ventas a plazos, ya que permite a la empresa transferir parte del riesgo de impago a una entidad aseguradora especializada en el ramo de crédito. De esta manera, el asegurado comparte con la aseguradora el riesgo inherente a sus transacciones comerciales.
Este seguro no constituye una garantía absoluta frente al vencimiento de una deuda, sino que tiene como finalidad cubrir la pérdida patrimonial ocasionada por la incobrabilidad definitiva del crédito.
En esencia, lo que se protege es la pérdida eventual y extraordinaria, no las pérdidas normales que forman parte de la actividad ordinaria de los negocios.
El crédito, como medio de intercambio, siempre implica riesgo, pues combina el elemento del tiempo con la posibilidad de incumplimiento. El asegurado debe decidir si asume el riesgo en su totalidad o si lo comparte con una aseguradora.
En consecuencia, el seguro de crédito es una herramienta eficaz para proteger las cuentas por cobrar que puedan resultar impagas.

Forma de operar del seguro de crédito
Fundamento legal y operación
El artículo 27, fracción XI, de la Ley de Instituciones de Seguros y Fianzas establece:
“Para el ramo de crédito, el pago de la indemnización de una parte proporcional de las pérdidas que sufra el asegurado como consecuencia de la insolvencia total o parcial de sus clientes deudores por créditos comerciales”.
De este precepto se desprenden dos elementos esenciales:
La insolvencia total o parcial del deudor.
El incumplimiento de las obligaciones de pago.
En virtud de ello, el seguro de crédito es un servicio diseñado para proteger a comerciantes, industriales y empresas en general, frente a la falta de pago de los créditos que otorgan a sus clientes, tanto en operaciones nacionales como internacionales, mediante el pago de una indemnización por las pérdidas sufridas.
Objeto del seguro de crédito
Su objeto directo es proteger los créditos comerciales derivados de la venta de mercancías, ya sea en territorio nacional o en el extranjero, otorgando al vendedor asegurado la posibilidad de recuperar parte del monto impago.
Objetivos indirectos
Además de la protección patrimonial, el seguro de crédito persigue otros fines estratégicos:
a) Facilitar la comercialización de productos, permitiendo al asegurado otorgar plazos de pago más amplios y competir en mejores condiciones, sin exigir garantías estrictas como cartas de crédito o avales bancarios.
b) Prevenir pérdidas, ya que antes de cada operación se evalúa la solvencia del comprador, lo que contribuye a supervisar y controlar las condiciones de venta desde una perspectiva financiera y legal.
c) Mejorar el acceso a financiamiento, pues contar con una póliza de seguro de crédito permite obtener créditos con mejores condiciones y montos superiores.
d) Optimizar la gestión empresarial, al fortalecer simultáneamente la comercialización, la prevención de riesgos y la obtención de financiamiento.
Requisitos para la cobertura
Para que la póliza surta efectos, debe existir un incumplimiento en las obligaciones de pago del deudor. El seguro no cubre pérdidas ordinarias, sino únicamente aquellas excepcionales derivadas de la insolvencia.
Propósitos del seguro de crédito
Entre sus finalidades más relevantes se encuentran:
Indemnizar las pérdidas por créditos incobrables.
Proteger las cuentas por cobrar.
Fortalecer la posición financiera del asegurado.
Reducir el impacto negativo de fluctuaciones económicas y variaciones cambiarias.
Transformar una gran pérdida incierta en una pequeña pérdida cierta (la prima).
Fomentar mayor disciplina en el otorgamiento de créditos.
Brindar apoyo en la gestión y recuperación de clientes morosos.
Servir como herramienta de impulso a las exportaciones.
Consideraciones especiales
El seguro de crédito pertenece a la categoría de seguros de daños, específicamente a los patrimoniales. Sin embargo, se distingue porque protege un derecho de crédito frente a la falta de pago por insolvencia, y no un bien material frente a su destrucción.
En consecuencia, es un instrumento de gestión empresarial que no sustituye al departamento de crédito y cobranza de una compañía, pero sí lo complementa, aportando análisis, informes de crédito y servicios auxiliares de cobranza.
Conclusión
El seguro de crédito representa un medio eficaz de protección frente al impago de cuentas por cobrar, fomentando al mismo tiempo el comercio interno y las exportaciones. Su inclusión en el ordenamiento jurídico mexicano refleja la necesidad de contar con mecanismos que fortalezcan la seguridad de las operaciones a crédito y reduzcan el impacto de la insolvencia en las empresas.
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